«La California del Hierro»

Con este chocante apelativo llegó a conocerse la zona minera vizcaína a comienzos del siglo XX, cuando el entorno de Trapagaran se convirtió en una de las mayores explotaciones mineras de Europa. Miles de personas provenientes de todos los rincones del País Vasco, pero también de Galicia, Aragón, Cantabria… llegaron para trabajar estas minas. Para alojarlas se construyeron los barrios de La Reineta, La Barga, La Concha, Cadegal, Gallarta y Arnabal, o éste de La Arboleda, levantado en 1877 a partir de un grupo de chabolas que se agrupaban en el último bosquecillo de la zona. Sus casas son construcciones de madera adosadas en hileras irregulares, que ofrecían una mejor calidad de vida que los barracones mineros en los que llegaron a hacinarse entre 150 y 200 personas que dormían en jergones, directamente sobre el suelo.

Declarada monumento en 2002, es una de las más completas evidencias tangibles que nos ha legado la intensa actividad minera; un espacio evocador, capaz de despertar en quien lo visite los ecos de aquella frenética actividad laboral, social y reivindicativa de principios del siglo XX.

Hoy La Arboleda es, sin lugar a dudas, el barrio más representativo de lo que fue la minería histórica vizcaína y uno de los paisajes más clásicos y mejor conocidos del Gran Bilbao.