Patrimonio Industrial Vasco

Bajo Deba

El angosto valle del Ego y el curso bajo del río Deba acogen algunos de los más industriosos municipios vascos. No puede entenderse el devenir de Eibar, Elgoibar, Soraluze-Placencia de las Armas, Mendaro, Deba o Mutriku sin tener en cuenta la importancia que la actividad industrial ha tenido en esta comarca.

Hoy, muchas de sus instalaciones fabriles y productivas mantienen su actividad, mientras otras acogen nuevos usos: viviendas, recursos culturales y turísticos (como el Balneario de Alzola, vinculado a la explotación industrial de los manantiales), centros comerciales, museos, como el de la Máquina Herramienta (Elgoibar) o el de la Industria Armera (Eibar)… son buena muestra del papel que juega el patrimonio industrial en la activación y dinamización de los territorios.

Alzola

Eje articulador del valle: el río Deba

La cuenca del río Deba es la más occidental del territorio guipuzcoano, estando muy industrializada. El Deba fue un cauce fundamental durante los siglos XIV y XVIII para el desarrollo del comercio, con lonjas como la de Maxpe, en Deba, donde se almacenaban todo tipo de productos. De igual importancia eran los muelles y puertos fluviales, como el de Alzola, en Elgoibar.

En sus márgenes podemos hallar también numerosas centrales hidroeléctricas. Algunas forman ya parte de la historia de la industria eléctrica de nuestro país, otras, en cambio, siguen en activo.

El Deba discurre sinuosamente por el fondo de este industrioso valle, pasando por las localidades de Eskoriatza, Aretxabaleta, Arrasate-Mondragón, Bergara, Elgoibar, Soraluze y Mendaro, para acabar formando la ría de Deba. Dos importantes tributarios como el Ego (que atraviesa la localidad armera de Eibar) y el Zubillaga (que discurre por Oñati) completan esta cuenca, creando un verdadero catálogo de la industria guipuzcoana.

Antigua central hidroeléctrica en el barrio de Txonta (Eibar)