Arquitectura para la industria

La empresa Talleres de Zorroza nació en el último tercio del siglo XIX, dentro del fuerte impulso que el sector siderúrgico estaba experimentando en esas fechas en el Territorio Histórico de Bizkaia. Surgida en 1871 como Marinel-Lofreinke-Tous y Cía., será en 1901 cuando adopte la denominación con la que fue conocida en toda su historia.

Dedicada a la fabricación de grúas, calderas y otros bienes de equipo, para su construcción se eligió una ubicación privilegiada: la llamada Punta Zorrotza, en la confluencia de los ríos Cadagua e Ibaizabal-Nervión, un área de altísimo interés paisajístico que hoy concentra algunos de los elementos más destacados de nuestro patrimonio industrial.

Del conjunto de edificios con que llegó a contar, hoy sólo se conservan tres: el taller de calderería, la central de fuerza y el pabellón de oficinas y vivienda. Estos dos últimos fueron declarados monumento en 1999, precisamente por su calidad arquitectónica, referentes de un estilo aplicado a la edificación industrial de los inicios del siglo XX.