Una empresa centenaria
Talleres de Guernica fue fundada en 1916 por un grupo de socios, entre los cuales era mayoritaria la participación de la familia Gandarias. Desde sus inicios se especializaron en la fabricación de maquinaria, fundamentalmente platos para torno, aunque a lo largo de sus más de cien años de historia han diseñado y producido los elementos más diversos: máquinas de picar hielo, sacahuesos de aceituna, desgranadoras de guisantes, material bélico, maquinaria agrícola, máquinas fotográficas, brocas especiales, y una gran variedad de máquina herramienta.
Para construir las instalaciones contaron con el arquitecto Ricardo Bastida, quien diseñó los edificios de oficinas y máquina herramienta, el inmueble de forja, el de modelos y una serie de dependencias auxiliares.
El conjunto se caracteriza por una cuidada arquitectura que combina la racionalidad en la distribución de los espacios con una sobria decoración, muy característica de las primeras décadas del siglo xx.
En 1968 los propietarios de la fábrica vendieron el edificio de oficinas y máquina herramienta a la empresa Astra, Unceta y C.ª, que ocupaba los terrenos colindantes. Entonces levantaron un nuevo inmueble para contener las dependencias administrativas, una original construcción de planta circular elevada sobre un pilar central, con un estilo sobrio de gran modernidad.
Hoy la empresa continúa su actividad bajo las siglas TDG, ocupando el primitivo pabellón de modelos, y ofreciendo una gama de productos muy especializados. Allí se ha puesto en marcha un pequeño museo para conmemorar el centenario de su fundación. Además, junto a las instalaciones se conservan algunas de las viviendas que promovieron para sus trabajadores, concretamente las diseñadas por el arquitecto Estanislao Segurola en 1939, un grupo de casas con un estilo inspirado en la arquitectura rural vasca.