Puente de la Compañía del Ferrocarril de San Sebastián a la Frontera

El puente está rematado por una barandilla metálica, que moderniza su clásica rotundidad. Ha sido declarado monumento en 2012.

Clasicismo y rotundidad

En 1910, la C.ª del Ferrocarril de San Sebastián a la Frontera Francesa firmó un acuerdo con el ayuntamiento de Irun para construir un puente sobre el río Bidasoa que prolongara el trazado hasta la localidad de Hendaia. Las obras se dilataron hasta 1913, fecha en la que se completó el recorrido de la línea, conocida popularmente como «el Topo».

El puente se levantó en piedra de sillería, apoyado sobre cuatro pilares. Para cortar el agua y disminuir su empuje, a éstos se adosan unos tajamares de forma semicircular. Sobre los pilares descansan cinco arcos rebajados.

En los espacios entre los arcos, justo sobre cada pilar, se insertan las iniciales y el escudo de Alfonso XII, monarca que reinaba en el momento de la inauguración del puente.