Un nuevo edificio para una nueva población
En 1931 el ayuntamiento de Barakaldo decide construir un nuevo mercado municipal, ya que el anterior resultaba insuficiente ante el crecimiento de la población.
El edificio, situado en la parte alta del municipio, fue diseñado por el arquitecto Ismael Gorostiza, quien lo dotó de grandes ventanales para favorecer la iluminación del interior.
Estos impresionantes muros translúcidos son el elemento más característico del inmueble, construido en hormigón armado para garantizar una distribución funcional de su planta.
Declarado monumento en 2012, en la actualidad se dedica a actividades de ocio.