Sabor neoclásico

El matadero de Areatza fue diseñado por Pedro Luis de Bengoechea, importante arquitecto de la zona, quien en 1888 levantó este edificio junto al arroyo Gorbea, a pocos metros de que éste vierta sus aguas en el río Arratia.

Su factura arquitectónica, sobria y sin apenas concesiones a la ornamentación, es heredera de las formas del neoclasicismo.

Tan sólo dos elementos identifican su uso: una placa en la puerta de acceso, que muestra además su fecha de construcción, y el rótulo que todavía es visible en un lateral del inmueble. Las instalaciones se mantuvieron en funcionamiento hasta la década de 1970.

Declarado monumento en 1996 dentro del conjunto de la Villa, en la actualidad se dedica a usos residenciales.