Importante colonia industrial

El origen de esta empresa se remonta a 1878 cuando Enrique de la Quadra-Salcedo, partiendo de un viejo molino harinero, dio otra orientación a ese ingenio hidráulico, dedicándolo a la fabricación manual de papel para cigarrillos. En origen se denominó La Carolina, en honor a su madre, Carolina Zabálburu e Ybarra.

Esta fábrica sirvió de base para la fundación en 1892 de la Papelera del Cadagua, que en 1901 pasaría a denominarse Papelera Española.

La empresa pronto se modernizó, y aunque siguieron fabricando papel de fumar hasta después de la guerra civil, se especializaron en papel, cartón, cartulinas y sacos de papel kraft que comercializaban bajo distintas marcas y vendían especialmente en el mercado extranjero. Una producción tan diversa requería de unas infraestructuras adecuadas; por eso, aunque se conservan algunos edificios originales, el conjunto que hoy contemplamos está conformado por arquitecturas levantadas en las décadas de 1950 y 1960, con ampliaciones posteriores. A lo largo de su historia la explotación de la fábrica de Aranguren ha pasado por diferentes empresas como Kimberly Clark, Smurfit, o Patsguren; hoy parte de las instalaciones están siendo utilizadas por la empresa Glefaran, dedicada a la producción de energías renovables.

El aspecto social fue también muy importante: la fábrica llegó a contar con escuelas para los hijas e hijas de quienes allí trabajaban, casa de socorro, un economato y viviendas.

De estas últimas unas se levantaron en Güeñes y otras en Zalla. Las de Güeñes, conocidas como Sociedad Cooperativa La Unión, contaban con huerto en la zona trasera y pequeña zona ajardinada, y se construyeron en 1927 de la mano del arquitecto Faustino de Basterra. Fueron declaradas monumento en 2012. El mismo autor realizó el proyecto del grupo de viviendas para los trabajadores de Zalla, las conocidas como Cooperativa El Cadagua.