Una estación al borde del mar
Declarada monumento en 2012, es un edificio de planta rectangular, con dos alturas y ganbara que hoy se dedica a albergue asociado al Camino de Santiago. En origen su planta baja se dedicaba a oficinas y sala de espera, mientras el segundo y tercer piso se destinaron a vivienda. En la zona de la playa de vías una marquesina metálica permitía resguardarse a quienes esperaban al tren.
Bandas de ladrillo en las ventanas y zócalos y una cartela con el nombre de la estación son los elementos decorativos que la engalanan.
Muy cercana a la estación se encuentra la subestación eléctrica del ferrocarril, levantada en 1929, en la que se puede ver las iniciales de la Compañía de Ferrocarriles Vascongados – F.V. entrelazadas.