El «tren de los muertos»
El ferrocarril Bilbao-Lezama fue inaugurado en 1895 y desde los años 80 del siglo xx está integrada en Eusko Trenbideak. Además de comunicar estas dos localidades, tuvo también un ramal para empalmar con la línea del ferrocarril de Lutxana a Mungia, conexión que se realizaba en la estación intermedia de Sondika.
Sus promotores eran también propietarios de los terrenos en los que se construiría el Cementerio Municipal de Bilbao, en la localidad de Derio. Lógicamente, vieron una oportunidad en el establecimiento de la línea, asegurando una abundante clientela al ferrocarril.
Dada la naturaleza de este servicio, desde sus orígenes dispusieron de trenes fúnebres, así como de una pequeña capilla en la estación de Bilbao, situada junto a las calzadas de Mallona (que hoy alberga el Arkeologi Museoa – Museo Arqueológico de Bizkaia).
De ahí que haya sido popularmente conocido como «el tren de los muertos».