La primera cooperativa guipuzcoana

Fagor Arrasate es la primera cooperativa guipuzcoana, nacida el 14 de junio de 1957 bajo la influencia del sacerdote José M.ª Arizmendiarrieta, alma mater del movimiento cooperativista en Gipuzkoa y de la Escuela Profesional de Arrasate-Mondragón. Los fundadores de la empresa fueron, precisamente, catorce socios que habían estudiado en esa Escuela Profesional, creando Talleres de Arrasate Cooperativa Industrial (TACI), origen de la actual Fagor Arrasate.

Fueron varias las actividades a las que se dedicó en sus primeros años de andadura. En colaboración con ULGOR (otra de las pioneras del cooperativismo, nacida también en Arrasate en 1959 y que será origen de Fagor Electrodomésticos), se ocupó de la venta de cuerpos para calentadores de 10 litros. Pero, sobre todo, se especializó en la venta y fabricación de troqueles y maquinaria. Precisamente ésta, la producción de máquina herramienta, será su actividad principal desde 1967.

La marca TACI se convirtió así en una de las más importantes del mercado y la empresa pronto necesitó ampliar sus instalaciones, construyendo en 1972 una nueva planta en la localidad vizcaína de Markina-Xemein.

En la actualidad, la fábrica de Arrasate-Mondragón está compuesta por un grupo de edificios que permite rastrear perfectamente el crecimiento y la evolución de la empresa, destacando el primero de los inmueble, construido a comienzos de 1960 según unos principios de funcionalidad y economía que convenían sobremanera a la naciente cooperativa.

Se prestó especial atención a la iluminación interior de la fábrica, dotándola con ventanas en todos sus frentes. Estos vanos, para los que se eligió el formato rectangular de eje horizontal, están enfajados verticalmente por forjados de hormigón que contrarrestan la excesiva horizontalidad del conjunto y sobre antepechos de ladrillo a cara vista en la fachada posterior. Buen ejemplo de construcción funcional, la diafanidad de las plantas al interior se mantiene como constante, aprovechándose los pilares de hormigón para la disposición de grúas puente, con lo que se logra una racional distribución del trabajo y el proceso productivo, rasgo fundamental de la arquitectura fabril.