Más que bicicletas
La empresa Beistegui Hermanos (junto con otras, como Orbea y GAC) representa el espíritu de superación e innovación de la industria eibarresa.
Desde el pequeño taller armero, que comenzara a fabricar revólveres en 1913, hasta la próspera fábrica de bicicletas –cuya marca, BH, es todavía hoy reconocida– la firma ejemplifica la profunda transformación de la industria eibarresa a lo largo del siglo XX. Y es que, se puede decir que fue este lugar exacto, entre Urkizu y Bittor Sarasketa, donde comenzaron a oírse en 1926 los sonidos de una nueva fabricación que ya no era sólo armera: la construcción de bicicletas.
La transformación de la empresa fue patente también en su arquitectura, que el mismo año 1926 pasó de un pequeño taller de una sola planta a este sólido edificio de hormigón armado, proyectado por el maestro de obras Fernando Zumarraga, y que tiene en su versatilidad su mayor virtud, característica, por lo demás, de toda la arquitectura industrial eibarresa.
Su peculiar diseño y concepción han hecho que en la actualidad haya podido ser reutilizado, y sus instalaciones reconvertidas en diferentes talleres y almacenes, con nuevos usos que nos hablan también de una nueva vida para el patrimonio industrial de Eibar. La empresa tuvo otro edificio, hoy convertido en viviendas, un buen ejemplo de arquitectura de la década de 1950.