Hormigón, vidrio, metal

En 1975, la empresa Alfa, una de las más emblemáticas de Eibar, decide construir unas nuevas instalaciones para su planta de microfusión. Hasta entonces, este proceso se había realizado en la fábrica de máquinas de coser que la firma tenía en Isasi, donde en 1953 se había creado la primera planta de microfusión del estado.

Para el nuevo edificio, se decide apostar por una imagen radicalmente nueva, donde la modernidad de formas de la arquitectura acompañe a la modernidad de los procedimientos de fabricación.

Hormigón, vidrio y metal se convierten en los protagonistas indiscutibles de la nueva Alfa, diseñada por el arquitecto Miguel Ángel Lazpita para ir más allá de los límites tradicionales de la arquitectura industrial.

La imagen de empresa dedicada a las tecnologías más punteras viene subrayada por las atrevidas formas arquitectónicas, desde la estructura metálica vista hasta la impresionante caja de escalera acristalada, pasando por los muros de hormigón grabados en huecorrelieve, de gran calidad plástica. Un proyecto atrevido, en el que la expresividad de los materiales se convierte en protagonista indiscutible.